Mi mundo Soy Yo por Jocelyne Ramniceanu

Cuando oigo noticias en la televisión o algún amigo o conocido me cuenta algún suceso ocurrido de esos que crean en mí, impotencia, malestar, enseguida quiero hacer algo para cambiar el mundo. Me nace un sentimiento de incapacidad y rabia y solo se calma cuando recuerdo que el mundo que percibo no es real, está en mí.


Me olvido completamente de que el mundo que percibo, está en mi mente, y que esa sensación de rabia e impotencia es mía, nace desde mi interior. Es fácil atribuirla a algo exterior, pero aquello que llega a mis oídos es porque hay algo en mí que cree en eso y lo atraigo o lo estoy creando. Por lo tanto aparece quién me lo cuente.


Si no fuera una creencia mía, nada entraría en mí que me alterara. Mi mundo soy yo.

Todo el tiempo sin darme cuenta estoy reflejando mis creencias en el mundo y deseando que el mundo cambie a mi antojo, que cambie de la manera que yo considero sería mejor. Que el mundo sea un mejor lugar para todos, que nadie sufra de escasez, que la gente sea feliz y lo demuestre y que todos vivamos en paz.

De una manera u otra el universo se encarga de mostrarme mis creencias reflejadas en la pantalla de mi vida. No tengo que entender como sucede esto ya que la mente consciente no tiene la capacidad de entender prácticamente nada, no fue diseñada para ello. Apenas capta menos del 1% de aquello que realmente sucede.

Esa misma necesidad de cambio es aquello que yo estoy reflejando y experimentando; más necesidad de cambio.

Veo en mi mundo a otros que también quieren cambiarlo ¿Por qué el mundo no cambia si tantos queremos el bien para nuestro mundo?

Entonces me pregunto, ¿Qué estoy creando? Y es cuando me doy cuenta que lo que estoy expandiendo es mi necesidad de que algo cambie. Estoy enfocada en la resistencia a algo y no en la aceptación, la paz y la tranquilidad en mí. Por lo tanto estoy creando más deseos de cambio, más frustración y más quejas acerca de mi realidad, estoy creando más de aquello que quiero cambiar.

Mi consciencia está haciendo lo contrario a lo que deseo, porque el deseo es lo que se está expandiendo y no el resultado. Expando la necesidad de cambiar algo. Y no hay manera de cambiar aquello que no existe.

El mundo está en mi mente, el mundo no es real. Nada existe allá afuera. El mundo que veo es el retrato de mi manera de pensar.

El mundo es la pantalla donde todas nuestras creencias se hacen realidad. Pero no existe, no es real, es tan solo un holograma de mi estado mental.

Es extraño esto y a mí me resulta difícil este entendimiento, pero todo es una ilusión, yo soy la creadora de lo que experimento. No existe nada allá afuera, solo son pensamientos en mi mente. 





Jocelyne Ramniceanu

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