Reflexión de un 31 de Dic 13

Esta vez, quisiera empezar diciendo que pocas veces como este año escuche de la boca de muchas personas que "no les importaban las fiestas".
Habiendo sido un mínimo de diez, en pocos días, eso comenzó a llamar mi atención y fue ahí cuando me pregunté: a mi sola me importan las fiestas? 
Mi respuesta no fue solamente un simple "si" o "no", la reflexión fue más allá - 
Desde mi punto de vista crítico, seria fácil juzgar y pensar que es una simple excusa ante la decisión de las personas con quienes les hubieran gustado compartir ese momento, ya sea en familia o en compañía de seres queridos (y a veces no tan queridos). 
Desde mi punto de vista compasivo, se me ocurre decir que por diferentes cuestiones personales es real y sincero que las fiestas no se quieran celebrar por recuerdos dolorosos o cuestiones similares. 
Aun habiendo pensado todo esto, no me dejaba tranquila e intenté ir más allá.  
Tratando de ser neutral y muy sincera conmigo misma, me dije: hay gente muy deshonesta no sólo para los demás, para los otros, el afuera, la "sociedad", sino con ellos mismos... 
Y esta brutal sacada de máscara me lleva a pensar en que el motivo no son las fiestas, la sociedad, el país o los políticos (como se escucha hablar de esas misma bocas que nos quieren hacer creer que tienen un poder sobrenatural sobre nosotros, que nos dominan y controlan por tener un pseudo título que socialmente fue impuesto así) es el contacto con nosotros mismos. 
Cuanto miedo genera ser rechazados, no aceptados, juzgados, criticados, dejados de lado, que se intenta por todos los medios caer bien o hacer parecer que se aceptan respuestas, decisiones u opiniones ajenas, como si eso valiera mas que nuestro propio respeto, nuestra propia dignidad, nuestra paz.  
Esta reflexión no me llevó a lo que fue el último año, me llevó a pensar en la Vida misma... 
Para los que realizamos prácticas espirituales sabemos que entendernos, respetarnos y por sobre todas las cosas amarnos es de vital importancia. 
Aunque la tarea no siempre es fácil, es verdadera. Y afrontar con honestidad esas cuestiones nos dará aprendizaje necesario para nuestra evolución. Y este despertar, no es exclusivo de los que aceptaron sanar su alma, este despertar es necesario para la humanidad toda. 
Realizar el ejercicio de escuchar la voz de nuestro corazón, nuestro propio sentir y con total honestidad hacer lo que queremos, dejando de lado tanto ego exacerbado. 
Por eso, y finalizando esta nota y con un poco más de calma, me despido pidiéndole un gran favor a cada persona que lea este blog: ámese como jamás amo a nadie
Eso lo llevara a la verdad de su Ser, a vivir con alegría y en paz. 
Ya sin miedos, sin culpas y sin juicios hacia su persona  

Que la Luz inunde nuestros Corazones ! 

Feliz 2014 

Mujer es Paz 

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