Resistencias: enemigas... o aliadas?

Donde hay resistencia, hay Ego. 

¡Y qué gran problema para quienes elegimos el camino del Ser! 

Esta mañana, amanecí teniendo la bendición de encontrarme en Silencio Pleno. 

Puede parecer curioso, pero cuando se vive sobre una Avenida que esto suceda no es tan habitual. 

En mi desperezo y regocijo con lo que estaba viviendo sentí reflexionar casi inmediatamente, que la Vida entera voy a estar acompañada de muchos pensamientos que pululan por mi mente. 

Pero... ¿es tan malo, cruel y vil el Ego como lo creo? 

Bueno. Tal vez, estuve exagerando y resistirme a esta reflexión, también forma parte de mi Aprendizaje. 

¿Cómo conviven mi Ego y mi Ser amorosa y armoniosamente en mí? 

Siento que la respuesta es mucho más simple de lo que jamás creí y es, básicamente, permitiendo que las cosas sean como tienen que ser. 

¿De qué me sirve evitar la angustia o la tristeza si no la puedo canalizar de otra manera que no sea en lágrimas? 

Seguir enojandome conmigo porque no me siento a escribir más seguido en el Blog o evitar dibujar, no me estaría llevando a hacerlo y tampoco me estaría ayudando enojarme. 

Pero, lo que sí me sirve es tomar Consciencia de que me estoy resistiendo a hacerlo. 

Observar qué es lo que estoy necesitando es clave para avanzar. 

Por otra parte, siento que reconocer la Resistencia forma parte de que me estoy acercando a lo que quiero. 

Por el sólo hecho de estar notando que ese ·algo· me paraliza a seguir avanzando. ¿Avanzando a donde? A mí misma. 

¿Y si ese es el Plan?... Aprender a estar en Calma. Y soltar dicha resistencia es hacer nada. 

La Labor interna es de todos los días, todo el día. Puede ser que sea arduo, pero no hay duda que es, tarde o temprano, el más satisfactorio de todos los trabajos. 

Hoy, elijo pararme de la vereda de enfrente y abrazar mis Resistencias con Alegría. 

Y les agradezco su presencia, porque ellas me ayudan a ver con Amor la otra cara de la misma moneda. 

Mujer es Paz